Colombian high-altitude coffee

En Fredonia, Antioquia, cultivamos café entre los 1.550 y 2.100 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud no solo marca una diferencia, sino que define el sabor, aroma y carácter de nuestros granos.

Un micro-clima que lo cambia todo

El secreto está en la niebla. Las corrientes del río Cauca suben por la cordillera y bañan nuestras fincas, creando un microclima único. La temperatura fresca y la humedad constante permiten que el grano de nuestro café madure lentamente, concentrando sabor.

La cordillera: una aliada natural

Las montañas de Fredonia ofrecen más que paisaje: protegen los cultivos, equilibran la temperatura y aportan minerales a la tierra. Cada taza de café es el reflejo de una geografía viva que habla a través del sabor.

Una alianza por el territorio y la calidad

Este café no es solo producto de la tierra, sino de una alianza estratégica entre caficultores, comunidad y naturaleza. Trabajamos juntos por una producción sostenible que respete los ciclos del ecosistema y promueva el bienestar local.

Un perfil de taza con identidad

Nuestro café es suave, con acidez media y notas dulces. El equilibrio que se logra gracias al clima, la altitud y las prácticas responsables, convierte cada sorbo en una experiencia de origen.

Café con propósito: sabor que conecta

No vendemos solo café, compartimos una historia. Cuando eliges nuestro café, apoyas a familias campesinas, proteges el territorio y te conectas con una tradición viva que sigue creciendo con respeto y amor por la tierra.

El café de Fredonia no solo se cultiva, se cuida. Y tú puedes ser parte de esta historia.
Conoce más, apoya lo local y saborea el verdadero café de montaña.

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